Los famosos programas cazatalentos causan revuelo en la población, y es que todos quieren mostrar su talento, ser reconocidos y, si así las condiciones lo permiten, ganar dinero haciendo lo que les gusta hacer y para lo que son buenos. Podemos ver estos programas en la televisión, en un reality show donde aparecen jóvenes, y no tan jóvenes, talentos llenos de ilusiones por brillar. Y es que es parte del ser humano querer mostrar a otros el talento que tenemos, que vean esas habilidades extraordinarias con las que algunos fueron dotados y ser reconocidos por ello.
¿Qué tiene que ver esto con la empresa? Pues bien, la empresa se compone de personas, las cuales tienen talento para ofrecer. En una organización hay mucho talento humano (oculto o visible) que potencia a la organización y hace ser única. Los líderes, entonces, tienen la misión de tener ojo agudo y ser capaces de captar esos talentos para sacar el máximo provecho de ellos. Que la frase “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde” no se haga realidad con los talentos de tu organización. Para eso, una buena gestión del talento humano es pieza fundamental, y es desde Recursos Humanos donde se debe gestionar una buena gestión (valga la redundancia).
¿Qué es?
Primero que todo, ¿qué es la gestión del talento en una empresa? La gestión del talento humano es un proceso que surge del área de RR.HH. para captar, desarrollar, motivar y retener a los talentos dentro de la organización. Gracias a esta gestión del talento la organización puede obtener mejores resultados en sus metas, ya que al desarrollar el talento de los colaboradores, estos son capaces de dar lo mejor de sí. Entonces, la gestión del talento humano se encarga de hacer brillar esos talentos, evidentes u ocultos, que se incorporan, o ya están, a la empresa.
¿Cómo funciona?
El funcionamiento de la gestión de talento humano parte mucho antes de tener a los talentos dentro de la empresa. Parte con gestiones previas al reclutamiento. Luego, en el proceso de reclutamiento en sí, es donde el plan de gestión de talento se pone en desarrollo. Los encargados de este proceso tienen la responsabilidad de seleccionar efectivamente a los perfiles que serán los idóneos para hacer crecer al equipo. Y una vez que las nuevas contrataciones se incorporan a la empresa, desde el día uno se deben sentir parte de la organización, si bien la adaptación toma un tiempo, los esfuerzos deben ir a hacerlos sentir parte del equipo.
Luego de que ya ha pasado un tiempo, las evaluaciones, las capacitaciones y los espacios de desarrollo del talento deben ir puliendo y sacando todo el brillo que estas piedras preciosas tienen para ofrecer.
Por último, parte importante de la gestión de talentos es la retroalimentación, el reconocimiento y el apoyo constante. De esta manera, los colaboradores se sentirán cómodos, seguros en su cargo y con buena autoestima.
En resumen, la gestión del talento es una visión estratégica que parte desde mucho antes de tener una nueva contratación, y es un proceso que se mantiene constante durante todo el ciclo de vida de un colaborador.
¿Por qué es importante?
Son varios los motivos de por qué una buena gestión del talento humano es importante. Algunas de ellas son:
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Mejoramiento continuo de cada colaborador y de la empresa en general
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Fomento de una cultura del aprendizaje
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Alcanzar los objetivos con mejor rendimiento
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Mejora el clima laboral entre áreas y a nivel organizacional
- Los colaboradores se sienten mucho más satisfechos con ellos mismos y los resultados
- Menor rotación de personal y mayor retención de talento
El último punto es clave, sobre todo porque perder un talento tiene altos costos para la organización. Solo piénsalo, tiene mucho más valor potenciar un talento que ya hay en la empresa, a tener que volver atrás e invertir tiempo en largos procesos de reclutamiento, contratación e inducción. Además, si un talento abandona tu empresa, es muy probable que sea captado por la competencia. ¿No quieres entregarles a tus mejores elementos o sí?
Buenas prácticas
Dentro de la gestión del talento humano se pueden incluir una serie de buenas prácticas. Algunas de las que podemos mencionar son:
Animar al equipo para alcanzar los objetivos: no solo colectivos, sino que también los objetivos personales de cada colaborador. No hay nada más desmotivante que la desmotivación ¡y no hay nada más motivante que la motivación de otros! Un buen líder que está a cargo de la gestión de talentos debe motivar a otros a crecer, a desarrollarse y dar lo mejor de sí.
Promover el trabajo en equipo: para fomentar un espíritu de colaboración. Esto da grandes frutos, por ejemplo, si cierta área se está capacitando y creciendo, pueden ellos mismos ser de buena influencia para que otra área o sector se anime también a crecer. Hay que dejar afuera los antiguos modelos donde el mejor se guardaba sus conocimientos para que nadie más los tuviera.
Tener clara la diversidad de los equipos de trabajo: si antiguamente las organizaciones se formaban exclusivamente por hombres, padres de familia, quienes se mantenían en un mismo puesto de trabajo hasta la jubilación, hoy las dinámicas son completamente distintas. Los equipos de trabajo se componen tanto de hombres y mujeres, profesionales senior y profesionales junior, extranjeros, profesionales en situación de discapacidad, etc. Y cada uno de ellos tiene sus propios talentos y conocimientos que aportar para la empresa.
Tendencias
Dentro de las tendencias en liderazgo que se pueden aplicar a la gestión del talento, podemos nombrar el de tipo transformacional. Quienes están a cargo de la gestión del talento, deben potenciar a los colaboradores, motivarlos a crecer y potenciar sus conocimientos. Si se da la oportunidad incluso formar a futuros líderes que salgan de los mismos equipos de trabajo.
Por otro lado, el reconocimiento de los logros que se van obteniendo en el camino es algo que se debe hacer más seguido. Por ejemplo, reconocer los logros que se hayan alcanzado en capacitaciones. Reconocer a las personas ayuda a motivarlas y a retenerlas, ya que hace que se sientan valoradas.
Otra de las tendencias es la ya nombrada identificación de la diversidad de personas en un mismo equipo de trabajo. El desafío para Recursos Humanos en este sentido es unificar conocimientos, pero no perder de vista que cada una de las diferencias enriquecen al equipo.
Por último, la conectividad permite que una empresa pueda tener a un colaborador trabajando desde otra parte del mundo, es ahí donde los líderes y encargados de Recursos Humanos también deben velar por el buen desarrollo y desempeño durante el teletrabajo.
Como ves, los desafíos de una buena gestión del talento humano son grandes, pero es muy importante para las empresas por lo que vale la pena trabajar en ella. Finalmente, ¡una buena gestión del talento llevará a la empresa a obtener óptimos resultados, no solo porque tendrá mejor desempeño laboral, sino porque sus talentos humanos se mantendrán unidos y a gusto, entregando todo su potencial a la organización!