Todo el mundo habla de desarrollo organizacional y su importancia para que una empresa crezca de manera sostenible, pero ¿entiendes realmente lo que significa y cómo incide en la compañía?
El desarrollo organizacional es un proceso en el cual se cambia positivamente la salud, cultura y desempeño de una empresa desde las relaciones humanas que se crean en ella. Para ello, se da énfasis al capital humano, creando un estilo y metas para mejorar habilidades, conocimiento y efectividad. Puede que suene fácil, pero es un proceso largo que requiere de muchos puntos a considerar. ¡Aquí te contamos las claves que debes manejar para poder implementarlo en tu organización!
1. El objetivo del desarrollo organizacional
Lo primero es lo primero: necesitas saber los objetivos del desarrollo organizacional para poder transformar culturalmente a tu empresa, y el primer objetivo es, siempre, hacer más eficaz el tejido empresarial para que tu compañía logre desarrollar todo su potencial. Para esto, el desarrollo organizacional se enfoca en eliminar el concepto de la individualidad y, desde el capital humano, construir un sistema colaborativo que logre encontrar el equilibrio entre los objetivos de tu empresa y los de cada uno de tus colaboradores. El desarrollo organizacional promueve el sentido de pertenencia, el compromiso con la misión de tu compañía y la satisfacción de tus colaboradores. Para ello, hay que establecer objetivos que se dirijan hacia el bienestar del personal. No por nada es que Apple Inc. atribuye su éxito a que su organización se enfoque en las personas y en su satisfacción. “Una de las claves del éxito de Apple es que es una compañía increíblemente colaborativa” aseveró Steve Jobs en una entrevista. Es necesario tener claro, entonces, que la meta del desarrollo organizacional es, efectivamente, el éxito de la organización, pero por medio del desarrollo de una cultura empresarial que cuide a sus colaboradores.
2. Los beneficios de una transformación cultural
El segundo punto que debes tener en claro es, sin duda, las consecuencias positivas que trae una verdadera transformación cultural en tu empresa. No solo se trata de colaboradores más felices. También tiene otros muchos beneficios:
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Desarrolla la capacidad de colaboración entre individuos y grupos.
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Logra vincular las necesidades y objetivos de la empresa con las de cada colaborador.
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Mejora la comunicación y las relaciones entre colaboradores y liderazgo.
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Crea un sentido de pertenencia que se traduce en compromiso y retención del talento.
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Mejora el clima laboral y establece un ambiente de confianza que potencia la motivación.
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Crear un clima de receptividad y fomenta la iniciativa y la creatividad de cada colaborador.
Cada uno de estos puntos contribuye a una mayor rentabilidad de tu empresa y, por ende, un crecimiento sostenible de ella a lo largo del tiempo.
3. La inversión en técnicas de desarrollo
Como cualquier gran transformación empresarial, el desarrollo organizacional requiere de invertir en técnicas para acercarte más a la cultura que anhelas. Se pueden aplicar distintas técnicas y su elección dependerá del tipo de organización y metas que fijes para tu caso particular, así como los recursos y predisposición de las partes. Alguna de las técnicas habituales son:
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Encuestas: un método de recolección de datos muy popular, ya que es más fácil detectar áreas susceptibles de mejora, evaluar resultados y encontrar soluciones eficaces.
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Modelo de gestión por objetivos: es más que una técnica de desarrollo organizacional. Dirigir y trabajar por objetivos ayuda a mejorar la consecución de metas y facilita la evaluación de tu personal, para poder monitorear correctamente el rendimiento de la empresa en general. La gerencia identifica los objetivos comunes y definen las tareas de cada colaborador según los resultados que esperan.
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Fortalecimiento del equipo o “team building”: está diseñado para mejorar la capacidad de los colaboradores y motivarlos a trabajar en conjunto. Para fortalecer a tu equipo es importante, principalmente, su formación. Los resultados serán exitosos en la apertura de mente de cada persona y en la mejora del clima laboral, logrando solidez a nivel de equipo, lo que se nota en el rendimiento.
4. La importancia de medir
Es cada día una tendencia más grande tener una cultura “data driven”, es decir, conocer a los usuarios y colaboradores por medio del análisis de datos. Para ello, es importante poder medir cada uno de los objetivos planteados para el desarrollo organizacional.
Google, una de las empresas con mejor cultura organizacional en el mundo, asegura medir con datos cada uno de sus procesos, lo que incluye el capital humano y sus cambios. Para esto, debes fijar objetivos medibles y evaluarlos una vez que se han cumplido los plazos. Además de marcar el camino a recorrer, la cultura “data driven” ayuda a esclarecer los problemas y aciertos en la distribución de responsabilidades, evidenciando puntos débiles y fortalezas en equipos y en cada colaborador.
En suma, lo importante para el desarrollo organizacional es preocuparse del bienestar de los colaboradores, su comodidad en la empresa y una correcta y constante formación, para que puedan crecer como individuos y como personas que forman parte de una empresa. Como líder de una organización, debes procurar formar una cultura de aprendizaje, con objetivos claros y medibles, para que sea posible mejorar cada proceso y hacer crecer tu compañía de manera sostenible, desde el capital humano.