Si bien es posible que tengas momentos peaks de capacitación durante el año, lo cierto es que es una necesidad que deberías tener resuelta de la mejor manera posible sin importar el mes en el que estés. Hacerlo, te ahorra tiempo y recursos y también te permite planificar con tiempo cada plan de entrenamiento.
Ojo: capacitar y crear una cultura de aprendizaje puede verse de diferentes formas dependiendo de tu organización y el momento en el que estás.
Por ejemplo, puede verse como…
Mejorar el onboarding para nuevos colaboradores.
Digitalizar las capacitaciones anuales de compliance.
Añadir nuevas capacitaciones técnicas para la seguridad laboral.
Capacitar sobre las nuevas características de tu seguro complementario y más.
Todo esto se engloba en crear una cultura de aprendizaje donde el aprender y estar constantemente revisando estos materiales se hace parte del día a día y se ve como algo positivo.
La capacitación es una actividad didáctica orientada a ampliar los conocimientos, habilidades y/o aptitudes de los colaboradores de una organización. Es importante porque permite que las personas puedan tener un mejor desempeño y cumplir más fácilmente sus objetivos y metas.
Así, la capacitación laboral responde a la necesidad de las organizaciones de contar con un equipo extremadamente calificado para su puesto, ortorgando ellos mismos los conocimientos teóricos y prácticos para potenciar su desempeño y desarrollo.
Puedes conocer las 9 razones por las que vale la pena invertir tu presupuesto SENCE o de capacitación en un entrenamiento corporativo de calidad acá.
El segundo punto que tenemos que cubrir es poder ser estratégicos con la planificación del entrenamiento corporativo. Para eso, tenemos que entender no solo el plan que queremos implementar, sino también cuáles son las necesidades actuales y reales de nuestros colaboradores.
¿Sabías que existe una sigla que explica esto? Se trata de DNC, o TNA por sus siglas en inglés (Training Needs Analysis) y es un proceso formal para la identificación de las necesidades de formación y capacitación en una organización. Así, la diferencia que logras detectar entre punto A y punto B (ó entre el nivel real de los colaboradores y el nivel esperado que deberían lograr en su desempeño) marca la necesidad de capacitación de los colaboradores.
Un análisis DNC exitoso permitirá definir quiénes necesitan capacitación, qué tipo de capacitación y con qué frecuencia. Es decir, “un reporte de DNC debe expresar en qué, a quién (es), cuánto y cuándo capacitar.”
Sigue leyendo más sobre cómo hacer tu primer DNC acá.
Aunque la respuesta es fácil, implementarlo no lo es tanto. Lo principal acá es poder medir pero, también, tener claro qué vas a considerar y por qué. A menudo las métricas que tomamos en cuenta se relacionan con tasa de completitud o tiempo que los colaboradores demoran en completar un curso pero… ¿nos ayuda eso a saber si es que su aprendizaje es exitoso?
Una forma sencilla de comenzar a reconsiderar tus métricas es pensar en la productividad. Acá puedes tomar la productividad del trabajo en sí, qué tan productivos se sienten los colaboradores e incluso mezclar dimensiones que tomen en consideración el área más productiva con la salud mental.
Sobre eso, luego deberás tener un número de “control” o tu número de base contra el cual, a la vuelta de una cierta cantidad de tiempo, podrás determinar si mejoraste, empeoraste o te mantuviste igual.
Hagamos un repaso general: ya te enteraste para qué sirve realmente la capacitación, hablamos sobre cómo ser más estratégicos a la hora de planificar y también sobre cómo medir el impacto con KPIs que sean relevantes en tu organización. ¿Qué falta? Lo más importante y lo que más cuesta: cambiar.
En este caso, también le podemos decir innovar. Lo que pasa es que la mayoría de los planes de capacitación están quedando obsoletos (o llevan obsoletos un buen tiempo). Pero más que algo negativo, deberíamos verlo como algo positivo: ahora puedes comenzar a usar las metodologías competitivas que te van a permitir medir lo necesario, motivar a los colaboradores a ver la capacitación como una instancia positiva de aprendizaje y no como un trámite aburrido y más.
¿Cómo puedes partir innovando? Si aún no has digitalizado tus procesos, parte por allí. Si ya lo estás haciendo de forma virtual/remota a través de Zoom o Meet, revisa si consigues motivar a los colaboradores con ese formato o incluso si puedes medir las métricas necesarias para entender si tu plan es exitoso o no.
Mantente al día y conoce 5 innovaciones educativas que llegaron para quedarse en este link.
¡Y listo! Manos a la obra. Desde Nivelat buscamos que toda nuestra comunidad consiga las herramientas que necesita para mejorar sus procesos internos, gamificar, mejorar la productividad y motivación y tanto más. Antes que te vayas, te dejamos una idea para que la sigas pensando: si no estás digitalizando tus procesos ni midiendo su impacto, estás perdiendo puntos ¡Hacerlo no es el futuro, es el presente!