Toda empresa que tenga planes de crecer y mejorar su competitividad debe diseñar una estrategia para elevar y mantener su productividad a un nivel de excelencia. Mejorar la productividad es un proceso, no un suceso. Se desarrolla de forma progresiva e involucra invertir recursos, tiempo y “cabeza” en diferentes aspectos organizacionales y de gestión. El principio clave para mejorar la productividad de una empresa es asegurar que los colaboradores estén motivados, comprometidos, correctamente orientados a los objetivos y cuenten con las capacidades y conocimientos necesarios. Además, la transformación digital y el trabajo remoto han agregado nuevos desafíos. Se vuelve urgente entonces encontrar metodologías y tecnologías “amigables” que sean capaces de brindar soluciones efectivas para evitar la pérdida de productividad. Pero, ¿cómo? aquí te dejamos algunos aspectos que vale la pena analizar y cuidar:
Proporciona a tu equipo una guía completa y clara de lo que se espera de ellos. Procura enseñar a utilizar cada herramienta tecnológica y aplicación necesaria para hacer sus labores, tanto de manera remota como presencial. Si bien quita algo más de tiempo en un principio, a la larga serán mucho más autónomos y productivos que si te tomas una horita en explicar lo que tienen que hacer y lanzarlos a su suerte. Una buena idea es que hagan buenas inducciones o mini cursos que los capaciten para labores específicas de la empresa. En ocasiones, puede ser mejor que se tomen un par de días en ello y que luego entren de lleno a hacer sus labores.
Para aquellos que nunca antes han trabajado en línea, puede ser un verdadero desafío adaptarse a este cambio. Por eso, es útil que dispongas información para orientarlos en el proceso. Asígnales un mentor, es decir, una persona de la empresa que pueda responder sus inquietudes y los guíe en las expectativas que tiene la empresa de ellos para cumplir con sus horas laborales en casa. Esto es bueno tanto para el “mentor” como para el aprendiz, porque el mentor se empodera y también aprende, mientras se hace partícipe de los procesos de inducción.
Tanto para el equipo como para el colaborador, como persona individual, es necesario que programes reuniones de chequeo. Así, sabrás cómo van o si necesitan ayuda en algo. Recuerda siempre que el desafío más fuerte, tanto en el trabajo remoto como en el presencial, es el aislamiento social. Los chequeos ayudan a tener un sentido de comunidad. Ignorar sus necesidades durante mucho tiempo podría afectar la motivación de los colaboradores, y ser un lastre para la productividad.
Cada persona es diferente y tiene, por tanto, tiempos diferentes. Puede que a un colaborador le tome menos trabajo responder un mail a un cliente, pero más completar una tarea en Excel, y viceversa. Entrégales herramientas digitales en la gestión de tareas, para que puedan distribuir su tiempo de la mejor manera. ¡Recuerda, eso sí, capacitarlos en esas herramientas! Así, su productividad sigue creciendo.
Capacitar es la palabra clave para la productividad y la mejor manera de mejorarla de manera sostenible a través del tiempo. Capacitar a tus colaboradores constantemente significa ir a la vanguardia de la tecnología y facilitarles su trabajo al punto de que se hagan expertos en su área. Un aprendizaje continuo fomenta una cultura de aprendizaje, mejorando el clima laboral y la retención de talento. Existen programas de capacitación que facilitan el feedback y que además están hechos para que los colaboradores de una empresa estén en continuo proceso de aprendizaje. Nivelat, por ejemplo, consta de cursos en microcápsulas de 4 a 5 minutos en formato de videojuego, ayudando a que tu equipo se capacite de manera constante (y rápida), mejorando su productividad laboral con cursos tanto para utilizar ciertas herramientas digitales, como para un área específica o el crecimiento personal.
Trabajar de forma remota puede ser un desafío para el aumento de la productividad, pero en defensa de esta nueva era digital, siempre lo ha sido, también, en el trabajo presencial. La buena noticia es que estos desafíos presentan una gran oportunidad de crecimiento y hay muchas formas de lidiar con ellos. Lo mejor es disponer de recursos de aprendizaje apropiados para que tu equipo pueda experimentar crecimiento y perfeccionamiento constante, para mejorar su desempeño, motivación y hacer más fáciles las tareas que exige su cargo.