Parto con un disclaimer: trabajo en Nivelat, y sí, amo Nivelat 😅. Ha sido un largo proceso de meditación e investigación para llegar a este punto laboral. Y bueno, con ese disclaimer supongo que ya sabes que te voy a contar lo increíble que fue mi onboarding. Aun así este blog, que tal como Crónica de una muerte anunciada de García Márquez te cuenta el final al principio, te va a aportar con algunas ideas claves si eres la persona encargada del onboarding de tus nuevos colaboradores.
Este año comencé un nuevo viaje. Después de darme una pausa el año pasado me decidí a emprender una nueva aventura laboral, con todo lo que eso significaba. No creo ser la única persona que al recibir una carta de oferta se pone 60% feliz y 40% nerviosa.
Es normal: entrar a un nuevo lugar de trabajo no solo requiere un aprendizaje de tareas y entender tu nuevo rol, también requiere empaparte de una nueva cultura, conocer gente nueva y entender cuál es tu lugar dentro del ecosistema de personas que conforman tu organización.
El onboarding, si es bueno, puede ayudar a que tus nervios pasen de 40%, como los míos, a casi 0%. (De hecho, según un estudio de Bamboo HR los trabajadores se sienten 18 veces más comprometidos si tienen un buen onboarding). Una parte pasa por cómo te reciben, pero el área más importante se relaciona con cómo está configurado el proceso de onboarding en sí, qué indicaciones te dan y cómo esperan que lo hagas.
Mi primer día tuve nervios. Y entonces, me encontré con mi onboarding. Esa mañana me dijeron lo siguiente: “Aquí hay un Click Up con muchas cositas que puedes leer, también tienen fecha, te va a tomar al menos un mes o quizás más, anda a tu ritmo”.
De partida, lo hicieron sencillo dándome una hoja de ruta y una brújula metafórica. Todos los días de la primera semana tenía tareas asignadas que sabía cómo hacer. También conocía a dónde dirigirme para realizar esas acciones y cuánto tiempo me tomarían. En base a eso, organizaba mis primeros días. Sé, por experiencia propia, que eso puede bajar mucho el nerviosismo y la ansiedad.
Lo segundo, o quizás podría decir, el punto cero, es que me habilitaron un usuario en la plataforma Nivelat (y en todas las plataformas que necesitaba para trabajar debo añadir) una semana antes de que ingresara.
Y lo primero que vi cuando me metí a la plataforma fue este programa con 9 cursos: un onboarding gamificado que podía hacer a mi propio ritmo tanto desde el computador como desde la app de Nivelat para celular. ¿Y con puntos de vida y ranking? ¡No me lo perdía ni loca!
Partí con el curso de Bienvenida, seguí con el de teletrabajo y luego con el de la metodología que usaban, en ese momento, en Nivelat para desarrollar: Shape Up.
Así se veía la vista desde mi app en este punto:
Además, mi onboarding incluía temas culturales como…
Herramientas para el trabajo (teletrabajo en mi caso):
Y también conocimientos más generales como:
¿Cómo fue realizar el onboarding en una plataforma como Nivelat?
De partida, liberó mucho tiempo para todo el equipo. Pude avanzar a mi ritmo sin sentir presiones y mis jefaturas tampoco tuvieron que comprometer parte de su cronograma para realizar capacitaciones. Aunque eso no significó que me dejaran sola: al contrario, el tiempo que teníamos lo podíamos dedicar en un 100% a mis dudas y preguntas.
Además, estaba mi buddy, que en mi caso fue Trini (de Educación), que se convirtió en mi compañera de esas primeras semanas. Tener un buddy de onboarding es algo que recomiendo muchísimo porque crea un espacio seguro para preguntar cosas que a veces dan vergüenza o que simplemente no te sientes tan cómodo preguntando a cualquiera.
El segundo beneficio de hacer mi onboarding con la app de Nivelat es que me permitió digerir una gran cantidad de información fácil y rápido. Como cada etapa dentro de las unidades de los cursos se puede hacer en poco tiempo (4-5 minutos) nunca me sentí abrumada.
En mis primeras semanas de onboarding digital conocí a cada una de las personas que trabajaban en Nivelat. Coordinadas como reuniones temáticas, en cada una de ellas conocía a un área, quién trabajaba en ella, a qué se dedicaban y también qué cosas les gustaba hacer en su tiempo libre. Acá es muy común hablar del dato freak, el dato curioso pero genial que te hace ser tú.
(Mi dato freak es saber demasiados datos freaks sobre la Realeza Inglesa)
Bueno y llegamos al fin. Ya sabías desde el comienzo lo que te iba a decir pero igual llegaste hasta acá. Y mi recomendación es la siguiente:
Con Nivelat obvio que puedes tener cursos personalizados, como los que te mostré que tuve en mi onboarding y es una forma sencilla de mejorar la experiencia para todos: quienes reciben el onboarding y quienes lo dan.
Y con este dato freak de la Reina Isabel II me despido: ¿Sabías que su acompañamiento preferido para el pan son pepinos (de verdura) y mantequilla + queso crema? Pruébalo y me cuentas.