¡No es ningún secreto! Para que un programa de capacitación funcione, debe ser de calidad y efectivo. Solo así podremos conseguir que se potencie el desempeño laboral de los empleados y crezca así la empresa y su competitividad. Pero no es tan fácil como suena. Hay algunos puntos a considerar para la planificación de capacitaciones, y estas —lo sabemos— son las claves que llevan al éxito en el plan que quieres llevar a cabo en tu empresa:
¿Cómo atiendes a las necesidades de capacitación prioritarias en tu organización? ¿Cuánto de lo invertido en capacitaciones cubre áreas esenciales para la estrategia de tu empresa y para el desarrollo profesional de tus colaboradores?
El DNC (Diagnóstico de Necesidades de Capacitación) es un proceso que orienta la estructuración y desarrollo de programas para fortalecer habilidades y aptitudes en colaboradores de la empresa, para que, así, esta pueda cumplir sus objetivos. Proporciona información esencial para planear, elaborar y aplicar con éxito tus planes de capacitación, permitiendo canalizar recursos hacia las áreas que contribuirán más al desarrollo de los colaboradores, mejorando el desempeño organizacional. Para identificar las necesidades de capacitación, asegúrate de desarrollar técnicas de monitoreo y análisis de las necesidades a lo largo de toda la organización y no solo en Recursos Humanos. Luego podrás tomar las medidas apropiadas: necesitarás hacer recomendaciones y propuestas de planificación de capacitaciones para tus empleados e implementarlas en toda tu organización. Prepara un informe detallando las necesidades que has identificado, tus recomendaciones y los beneficios que se esperan de este programa.
No sirve de nada que menciones los beneficios de llevar a cabo tu plan de capacitación si es que no tienes cómo medirlo en métricas que prueben la efectividad de tu proyecto. Para que, en su minuto, puedas medir el retorno de tu plan las capacitaciones para empleados, en primer lugar, deberás definir qué es lo que buscas impactar con ello, y convertirlo en un indicador relevante para el negocio. Reflexiona sobre los distintos KPIs que se pueden medir o evaluar luego de haber efectuado un plan de capacitación, dependiendo del área que los solicite. Una vez que identificas los KPIs y resultados a alcanzar, diseña una capacitación específica para impactar en esa conducta o generar un cambio puntual, vinculado con aquello que se quiere resolver.
Vivimos en el mundo de los sobre-estímulos, del multitasking y la gratificación instantánea. Necesitas, por lo tanto, un plan que se adecúe a las necesidades del mundo de hoy en día, a los tiempos ajetreados y al teletrabajo, pero, también, a las necesidades personales de crecimiento de cada colaborador. ¿Cómo conseguir un plan así de personalizado?
Hoy en día, existen tecnologías que se crearon, en primera instancia, por la necesidad de enfrentar el desafío de disminuir la desviación atencional en un mundo tan “ocupado” como el de la actualidad. El microlearning, por ejemplo, una tecnología que consta de cursos en microcápsulas de 4 a 5 minutos con multimedias y otros métodos dinámicos como la gamificación, tienen la facultad de ser consumidos en cualquier lugar y en cualquier minuto del día a través del celular, por tanto, es efectivo en alcanzar metas rápidamente y en tasas de engagement de los empleados.
Hoy en día no vale la pena capacitar en cuestiones genéricas. Como dijimos, la atención es corta y debemos enfocar las energías en desarrollar habilidades específicas y adaptadas a cada colaborador. Una buena capacitación se planifica así: en cursos específicos que ayuden a desarrollar profesionalmente a un experto en ciertos temas. El microlearning se enfoca en enseñar contenidos específicos, y es así como logra que sean cortos y educativos. Si mezclamos esto con tecnologías increíbles como el Adaptive Learning, ¡tenemos una bomba de personalización! El aprendizaje adaptativo es un procedimiento educativo que utiliza algoritmos para organizar la interacción con el colaborador en formación, para ofrecer recursos más personalizados y actividades que aborden sus necesidades específicas. Con esto, podrás planificar contenidos específicos y adaptados por medio de tecnologías diseñadas para ello.
Procura invertir en capacitaciones que estén a la vanguardia tanto en metodologías y como en tecnologías. El microlearning es solo una de muchas opciones que juegan con la multiplicidad de canales (computador, celular, tablets, etc.) y de formatos, además de maneras divertidas de aprender. La gamificación, por ejemplo, es otro de los métodos que ahora se aplican a las capacitaciones para empleados. Intenta llevar el modelo de videojuegos para enseñar en empresas y se ha convertido en una tendencia dominante en las industrias de entrenamiento corporativo. Esto es porque se ha probado que los juegos online satisfacen los requerimientos básicos de un ambiente educativo y pueden proveer de experiencias de aprendizaje atractivas.
La gamificación en el Microlearning puede dar ventajas en la combinación entre cursos cortos y retos divertidos para los empleados. Pueden ser usados para crear un entrenamiento de alto impacto experiencial, así como de enseñanza social y colaborativa. El microlearning gamificado ofrece una enseñanza corta y focalizada en tareas para resolver problemas, con un nivel de compromiso o engagement alto, por proveer un aprendizaje por medio de toda una experiencia. De esta forma mejora las tasas de finalización y existe una mayor retención de la información adquirida.
La capacitación de empleados es un proceso educacional estratégico, organizado y sistémico. Por esto, es mejor que planifiques tus programas de forma anual, para sacarle el mayor provecho al desarrollo de conocimientos y habilidades específicas relativas al trabajo. Así, además, puedes medir mejor el proceso de mejora de cada aptitud frente a aspectos de la organización, el cargo de la persona o el ambiente laboral. Planificar de forma anual te permite ver un avance progresivo y, además, medible, para que así tu organización pueda ver la importancia y la incidencia de la formación en el crecimiento de la empresa.
Si quieres evaluar de manera tangible el impacto de tu plan de capacitación, como te comentamos, debes comenzar por identificar unos KPI de negocio que puedan ser afectados por tus capacitaciones. Posteriormente, realiza un estudio del caso y mide el impacto para presentar a la gerencia. Deberás estimar un tiempo de asimilación de contenidos por parte de los empleados para evaluar el impacto del plan. Esto puedes evaluarlo en espacios de feedback con ellos, para así tantear la motivación, el clima laboral y el compromiso generado, y también para evaluar los indicadores que reflejan el desempeño.
En el fondo, para un buen plan de capacitaciones debemos acudir a nuevas tecnologías que nos permitan hacer más dinámicas las maneras de aprender y que al mismo tiempo generen un nivel de compromiso y calidad suficiente como para que impacte nuestros indicadores y podamos demostrar la importancia de gestar planificaciones de desarrollo de personal en las empresas. Recuerda: el objetivo final no es capacitar más horas, sino que en menos horas invertidas podamos impactar a la empresa de tal manera que se vuelva un medio necesario para el fin: el crecimiento y competitividad de nuestra compañía.