¿Sabías que durante los últimos 3 años se ha visto un alza importante en los llamados “deskless workers”? Este término, que literalmente puede ser traducido como “trabajadores sin escritorio” también puede entenderse como un concepto que engloba a todos aquellos trabajadores que para cumplir con su trabajo no necesitan estar sentados frente a un computador. También los podemos entender como trabajadores en terreno, y aquí entran repartidores de comida, trabajadores de primera línea, vendedores en tiendas físicas, entre muchos más.
A medida que el mundo comienza a cambiar a un modelo de trabajo híbrido, es crucial que el mundo laboral se adapte a las necesidades de este tipo de trabajadores. ¿Por qué? La naturaleza del trabajador en terreno significa que los empleadores deben gestionar una fuerza laboral de trabajadores independientes, en distintos lugares físicos, que a menudo terminan sintiéndose desconectados y aislados de la misión y los valores centrales de la empresa. Esto no es menor, porque usualmente puede ponerlos en mayor riesgo de renuncia.
Imagina entonces, lo que pasa cuando los canales de comunicación o metodologías de capacitación que se implementan en una organización solo toma en cuenta a los trabajadores con horarios o cargos más “tradicionales”. De seguro ya lo adivinaste: los deskless workers quedan fuera de estas metodologías inmediatamente. Si no reemplazas todos estos procesos por una estrategia digital, la falta de interacción en persona puede dejar a este grupo totalmente fuera de la cultura empresarial y sin apoyo para realizar su trabajo y sentirse parte de la empresa.
De acuerdo a un reciente estudio, el 84% de los trabajadores en terreno afirman no interactuar de forma directa con sus supervisores con frecuencia, lo que no solo lleva a una disminución de la productividad, sino que también provoca que este perfil se sienta desconectado de su organización y los objetivos que mueven a la empresa.
Desde un punto de vista práctico, los trabajadores en terreno también se enfrentan a un entorno completamente diferente a aquellos que se presentan a trabajar día a día en una oficina. No tienen el tiempo ni la motivación para sentarse y completar bloques de capacitaciones de una hora, especialmente cuando interfiere con su flujo de trabajo y, en su opinión, con el potencial de ingresos.
Insistir en la aplicación de métodos tradicionales de aprendizaje y desarrollo al capacitar a este tipo de trabajador es una receta para la baja participación, la retención deficiente del conocimiento y, en consecuencia, el bajo rendimiento.
Con el fin de buscar soluciones para disminuir la sensación de desconexión de los empleados sin escritorio, un reciente estudio encuestó a más de 600 trabajadores en terreno para averiguar si el acceso a capacitación adicional los ayudaría a sentirse más conectados con los valores y la misión de su empresa: Un 63% aseguró que sí.
Algunos de los factores que se mencionaron como beneficiosos para mejorar las capacitaciones fueron:
Esto es algo que podemos ver en acción en uno de nuestros Casos de éxito más recientes con Cargamos. Cargamos es una empresa mexicana que busca acelerar y democratizar procesos de delivery. Buscando formatos de onboarding y capacitaciones que fuesen breves y a la vez se mantuvieran en un lugar accesible, llegaron a implementar a Nivelat. Gracias a nuestras metodologías (que son exactamente breves, móviles y de fácil acceso) sus colaboradores pueden capacitarse y recibir un onboarding de calidad fácilmente.
Así resolvieron diferentes desafíos tales como tener toda la información de capacitación en un solo lugar, los colaboradores podían avanzar a su propio ritmo, las capacitaciones gamificadas e interactivas mejoraron su motivación y así, los colaboradores ahora pueden capacitarse en cualquier momento y lugar.
En conclusión, la clave está en adaptarse a los cambios. Conocer bien las necesidades de los colaboradores no solo resultará en una mayor tasa de retención, sino también en un mejor servicio al cliente, ya que tendrán mayor claridad sobre el producto además de sentirse escuchados por su empleador.